Signo de Agua de modalidad Mutable que cierra el ciclo del zodiaco. Sensibilidad pura, fluidez al mundo onírico, emociones a flor de sincronía, conexión con el todo y la toda, amor del no tiempo y no espacio.
Se despierta, medita, prende un puro y pone su playlist favorita. Baila, se mueve, se eleva, se transporta y conecta con su higher self. Es una diosa y a la vez un ser cualquiera. Termina su danza agradeciendo por el poder de 3 veces 3. Abre los ojos y hay un pájaro que la mira, ella lo mira, él mueve un poco su piquito, no hace falta que hable, ella ya entendió el mensaje. Sale por la ventana que entró, de nuevo ella agradece, se toca el pecho con ambas manos, grita, ríe, llora, se sacude y al agua va.
Un ser sensible requiere de plantas en la ducha, algunas le cuelgan para que salga vapor, otras bailan al son de su nueva canción. Tras su purificación, se alista ligera y con una amatista que cuelga de su pecho está lista para darlo todo.
Hay espacio para soltar el celular, olvidarse de que cada top moment lo tenemos que postear. Rezo porque los momentos clímax de la vida los tenga viendo a los ojos a un ser vivo y no la pantalla que daña mis muñecas y retinas. Quiero ampliar mi perspectiva, soltar el desenlace y confiar en el plan mayor que se teje en cada tiempo, espacio y dimensión.
En esta temporada Piscis confiemos en nuestros rezos, cantemos a nuestras visiones, dibujemos nuestros sueños y entreguemos al presente en cada tarea. Quememos el multitasking y la presión de 'ser alguien' porque ya somos un ser completo en sintonía con el cosmos.
Salgamos a conversar con las flores, las estrellas, la lluvia inesperada, el espejo, la espalda, las curvas y nuestros lugares más auto criticados. Llevemos amor a cada célula, responsabilidad a nuestra misión, perdón a los cierres y empatía a través de la consciencia colectiva.
Dejemos que las respuestas de cierre de ciclo zodiacal lleguen a través del silencio, las olas del mar y la sincronía de estar al servicio del espíritu.
